Por Angela Giadelli
También en blog, en fanfiction o en wattpad
Tiempo de... líos
Capítulo II
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Capítulo II
Notes:
Este fanfic forma parte de "Tiempo de Relatos", un movimiento realizado por fans y para fans MDT. Los relatos (Trama 1) tienen el punto en común de que giran en torno al mismo arco principal: Darrow libera un gas en el Ministerio del Tiempo
que hace que los agentes no sepan distinguir los cambios realizados en
la Historia, salvo Amelia, Pacino, Alonso y quizá algunos mas.
Arte de nikis-101.deviantart.com |
Pincha aqui para leer el Primer capitulo de Tiempo..de Lios
Despacho del Subsecretario_2017.
Tiempo de... líos
Capítulo II
—Angustias… Cierre la puerta, ¿quiere?
—Por supuesto, jefe.
La verdad es que la buena mujer ni siquiera se había percatado de haber dejado la puerta abierta. Apoyó un instante la bandeja plateada sobre el escritorio de roble —lo imprescindible para cumplir el mandado— y volvió a la mesa, presurosa, a servir el café caliente mientras todos los demás estaban entretenidos viendo las imágenes de los túneles en el plasma.
—Qué sabemos —quiso saber Salvador, con aire tenso. Como para no estarlo, con la que les había caído encima. El ambiente era irrespirable y la sensación de inseguridad ahogaba cualquier pensamiento positivo. El caos y el descontrol eran tales, que incluso había tenido que parar los pies a las deslenguadas muchachitas de peluquería. Las chiquillas habían cedido a la histeria y contaban, a cualquiera dispuesto a escuchar, que el Estado Islámico había descubierto el sistema de puertas gracias a unos textos antiguos datados en la época de los reinos de taifas; que querían tomar el Ministerio para volver a la época del Califato de Córdoba y no sé cuántas tonterías más. Sin paciencia, y con mucha elegancia y poco recato les espetó que se dejaran de chismes, que había compañeros que se habían quedado encerrados simplemente por el hecho de acudir al trabajo desde sus respectivos siglos.
Así de tóxica era la atmósfera que les rodeaba.
—La alarma sonó a las ocho cincuenta y dos de la mañana. Tres minutos después se cerraron herméticamente las compuertas que van a los túneles —explicó Irene—. Pero por la cantidad de gas que calculamos que hay abajo, creemos que llevaban suministrándolo desde mucho antes. Probablemente se hayan pasado toda la madrugada ahumándonos como a salmones.
—La humareda comenzó en ciertos pasajes estratégicos. —Ernesto, diligente, señaló con el dedo unos puntos en el mapa, relevando en el discurso a su compañera—. Creemos que proviene de puertas concretas. Alonso y Amelia bajaron a investigar y, antes de perderse la conexión, al menos nos confirmaron la treinta y siete y la doscientos setenta.
Foto de Tamara Arranz |